lunes, 14 de febrero de 2011

palabras despues de la media noche

No siempre están dispuestas a ser atrapadas...
Tal vez hoy es una noche poco común, tal vez estén cansadas de huir hacia adelante, tal vez sientan compasión de mi torpeza...
A veces me siento afortunado de haberlas encontrado...

el final...?

El cuaderno reza por algunas páginas más... yo rezo por algunas páginas más, pero es inevitable. Mis manos avanzan demasiado rápido como para poder enlazar las ideas y las palabras con el papel de mi cuaderno.
Pero mi cabeza va más rápido, indudablemente, que mis manos. Mi voraz apetito por poner en papel mis sueños abollados, le gana a la torpeza de mis manos... Muchas palabras se diluyen en el aire mientras trato de atraparlas, como mariposas que se escurren en la noche... Mariposas de la noche. Si, a veces mis poemas parecen eso. Adivino sus formas en la oscuridad, pero no se dejan ver a la mañana siguiente... Tengo en los labios algo así como la resaca de un poema que nunca acabé por escribir, que apenas pude bocetar lo más rápido posible, tan rápido como el deseo manda, tan rápido como mi cuerpo puede responder... la lucidez, el reflejo no es el mismo que hace veinte años...

nadie

Siempre estuvo ahi, a la vista de todo el mundo, más allá de lo que cualquiera pudiera pensar o creer o mentir.
Es que las almas simples tienen eso, un halo de franca inocencia que lo cubre toda su vida, sea corta o larga. La melancolía, la tristeza, el dolor a veces, la tragedia siempre marcan su vida como sino inevitable.
No hubo excepciones en su camino.
Hay vidas que transitan inevitable, inequívoca, invariable, innegablemente por el mismo sendero que nadie conoce pero que siempre es el mismo...