viernes, 28 de febrero de 2014

bocetos para un hada celeste

porque de vez en cuando, creo
un viejo niño de pantalones cortos y remerita rayada
de vivos colores, me habita, y creo
porque en días así es necesario
creer y permitirle a los niños
                                            regresar
como quien regresa de un largo
                                                 y antiguo viaje
trayendo pequeños y sencillos regalos
el niño, con sus viejas zapatillas acordonadas,
nada sabe
de lo que saben los niños de hoy,
el niño trae cositas en sus pequeños bolsillos:
bolitas cachadas, alguna figurita antigua y descolorida,
moneditas sin valor, 
mariposas con sus alitas deshilachadas,
rueditas sueltas de algún autito perdido,
piedritas y caracoles
juntados en algún arroyo del litoral ancestral,
papeles arrugados de caramelos,
boletos capicúa, y nada...
y esa nada que uno decía respondiendo
cuando nos preguntaban:
                                        "¿Qué estás haciendo?"
esa nada eterna que duraban
aquellos partidos de fútbol
en el terreno baldío
o esa obra en construcción que a ese niño
se le antojaba ser una nave espacial
o castillo
o barco pirata...
y por todo esto y por tanto más
                                                  CREO
porque creo en las eternas tazas
de nesquik o café con leche
de tantas meriendas con dibujitos a la tarde
con galletitas, con pan y manteca y azúcar
                                                                mmmmmmm...
en eso creo, porque no está mal creer
en el viejo niño
que nunca creció y permanece
para guardar nuestros tesoros por siempre.

Esta tarde creo
esta tarde es cuando
                                de vez en cuando creo
y le permito a ese niño
                                   habitarme.
                                                    24/02/2014

lunes, 25 de abril de 2011

Sucede...

Sucede a veces... no siempre. Sucede que las ideas aparecen, llegan a la cabeza, dan algunas vueltas por ahí y circulan hasta las manos. El sistema nervioso y el circulatorio, me imagino, se encargan de hacer que se muevan las manos, los dedos y que los ojos fiscalicen lo que sucede. Esas ideas que no tienen ninguna forma, se van moldeando de alguna manera y aparecen en esta forma, palabras sobre una pantalla, sobre un papel virtual y que virtualmente será leído o en otro papel, real, en formas y colores que también podrá ser virtualmente vistos en algún momento. Sucede que aquello que quiero decir lo puedo hacer de todas estas maneras y celebro el momento mágico en que sucede. La vida está llena de cosas que no podemos manejar, que no podemos decidir y la verdad es que ni siquiera las ideas que llegan a mi cabeza puedo manejar, solo vienen. Lo único que, podría decirse, puedo manejar es... nada. Solo sucede. Ni siquiera puedo decidir como lo expresaré... El tiempo se va escurriendo lento o rápido y yo estoy aquí, tratando de detener una locomotora diésel con mis manos, que son las únicas herramientas que tengo. Una y cuarto de la mañana... Comienza un nuevo día...

domingo, 27 de marzo de 2011

palabras de madrugada

Escucho el tren y el fresco de la madrugada se cuela por la ventana abierta, que también me trae otros sonidos que amanecen conmigo…
El verano ya se ha ido, el almanaque no se equivoca, sé que todavía el sol puede dejarnos jugar cinco minutos más en la plaza, pero solamente eso. Cinco minutos más.
Todos sabemos que una calesita gira en un solo sentido…
También sabemos que la vida a veces viene marcada por los papelitos de los caramelos que desenvolvemos, no siempre es el que nos gusta.
Mi taza fría de café no me ayuda esta noche, no me acompaña, me siento solo con mis pensamientos.
Mis dedos, duros, extraños, ajenos parecieran no reconocerme esta noche; a veces me sucede que pretendo escribir con la mano de otro, con la mirada de otro y por eso no reconozco ni mi propia letra.
También mis ojos hace algún tiempo decidieron empañarse
cual ventana húmeda, nublan lo que miro
y algunas imágenes cuestan un poco más
y también cuestan un poco más las palabras
pero es un costo que pago con gusto.

Buenas noches y bienvenidos a mis poemas, nada les prometo
apenas algunos intentos, algunas equivocaciones
muchos errores seguramente…
mi pretensión no es lo perfecto, claro que no
solo pretendo detenerte al menos un minuto.
Si lo consigo, me sentiré bien.
Si no, continuaré una noche más en este lugar.

lunes, 14 de febrero de 2011

palabras despues de la media noche

No siempre están dispuestas a ser atrapadas...
Tal vez hoy es una noche poco común, tal vez estén cansadas de huir hacia adelante, tal vez sientan compasión de mi torpeza...
A veces me siento afortunado de haberlas encontrado...

el final...?

El cuaderno reza por algunas páginas más... yo rezo por algunas páginas más, pero es inevitable. Mis manos avanzan demasiado rápido como para poder enlazar las ideas y las palabras con el papel de mi cuaderno.
Pero mi cabeza va más rápido, indudablemente, que mis manos. Mi voraz apetito por poner en papel mis sueños abollados, le gana a la torpeza de mis manos... Muchas palabras se diluyen en el aire mientras trato de atraparlas, como mariposas que se escurren en la noche... Mariposas de la noche. Si, a veces mis poemas parecen eso. Adivino sus formas en la oscuridad, pero no se dejan ver a la mañana siguiente... Tengo en los labios algo así como la resaca de un poema que nunca acabé por escribir, que apenas pude bocetar lo más rápido posible, tan rápido como el deseo manda, tan rápido como mi cuerpo puede responder... la lucidez, el reflejo no es el mismo que hace veinte años...

nadie

Siempre estuvo ahi, a la vista de todo el mundo, más allá de lo que cualquiera pudiera pensar o creer o mentir.
Es que las almas simples tienen eso, un halo de franca inocencia que lo cubre toda su vida, sea corta o larga. La melancolía, la tristeza, el dolor a veces, la tragedia siempre marcan su vida como sino inevitable.
No hubo excepciones en su camino.
Hay vidas que transitan inevitable, inequívoca, invariable, innegablemente por el mismo sendero que nadie conoce pero que siempre es el mismo...

lunes, 17 de enero de 2011

Año nuevo

Pasa el tiempo rápidamente y tal vez no nos damos cuenta de eso... Nos hacemos más viejos, el mundo cambia a nuestro alrededor, pero algunas cosas no.
Yo creo que lo que no cambia es aquello que somos realmente en el fondo, aquello por lo cual vivimos y respiramos dia a dia. Yo creo que hablar de valores hoy en día está de-modé, del valor de la palabra, de la persona en definitiva. Cuando uno se siente defraudado se siente realmente mal. No hay eufemismos para decirlo. Realmente es una cagada, perdón por el término, pero no encuentro otra palabra más expresiva por el momento para describir como me siento por lo que viene sucediendo, en algunos aspectos de mi vida. Y estoy hablando del trabajo, entiéndase bien.
Cuando uno trabaja y entrega su fuerza de trabajo, se compromete con lo que hace. Tiene que ver con que uno va de frente, sin retaceos cuando se involucra, cuando uno pone el cuerpo y el alma.
Entonces cuando del otro lado, la otra parte no lo entiende de igual modo, no lo interpreta así, la ecuación se desbalancea y el resultado da mal... Uno trabaja porque lo necesita y si el trabajo que realiza, es gratificante, mucho mejor. Pero... pero, a veces no es así y el trabajo se torna pesado, aburrido, injusto...
Yo soy de las persona que cumple con la palabra, al menos de mi no tendrán nada que objetar, ah si... que soy un bo....
Gracias.